¡Creiste que te amaba!
que tristeza, tuviste fe en mi?
pues que locura!
fuiste tonto al pensar que te adoraba y que en mi pecho
encontrarías ternura.
Las mujeres somos crueles, mas no te asombres,
que te lo digo yo sinceramente.
Pues con palabras amorosas les hacemos creer
que les amamos, les hablamos del amor eterno.
Diciendoles que ustedes son sinceros,
pero no se dan cuenta, que con simples mentiras
los engañamos.
Mas luego de gozar horas felices y disfrutar
un poco sus ahorros, les decimos adios, son cosas
del amor, tu no te fijes y asi mismo tu pagas
lo que debes y yo cobro lo que hiciste.
kokis*
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